Es muy probable que todos hayamos ido al menos una vez al cine, o que hayamos visto películas en casa; también hemos ido de compras y hemos leído las etiquetas de productos extranjeros buscando la versión en español si es que no dominamos el idioma del país de origen.
Muchas veces hemos escuchado canciones y descubrimos que su idioma original no era el español, por ejemplo, ¿les suena "no te asombres si te digo lo que fuiste, un ingrato con mi pobre corazón..." en la voz de Margarita, la Diosa de la Cumbia? Pues se trata de una canción original de la cantante francesa Edith Piaf, titulada La Foule y que tuvo gran fama en 1957. Todos (o la gran mayoría) hemos tomado alguna vez medicamentos que no han sido desarrollados en México o en algún país de habla hispana e incluso en este momento que estamos usando tecnología como las computadoras, hemos sido beneficiados por la Traducción.
El traductor casi siempre ha trabajado en la sombra sin un valor aparente, sin embargo cuando necesitamos usar algo y no está en español nuestro enojo puede ser mayúsculo. La labor que hace el traductor representa grandes dificultades y muchas veces se enfrenta a la intraducibilidad dependiendo de la cultura del idioma de partida y según palabras del escritor y traductor Walter Benjamin, "la Traducción es solamente una forma un tanto provisional de llegar a un acuerdo con la extranjería de las palabras".
Creemos que Walter Benjamin tiene razón, y para demostrarlo les compartimos la versión original de la canción La foule, de Edith Piaf con subtítulos en español, así como la ya famosa versión en español de Margarita. Dejamos las conclusiones en manos de los lectores.
Texto: Mónica Badillo